EDUCACIÓN FÍSICA EMOCIONAL

 

La Educación Física es una de las alternativas para desarrollar la inteligencia emocional, ya que en la mayoría de los juegos y actividades que realizamos están muy presentes sentimientos y emociones. Al fin y al cabo, existe competitividad, éxito, fracaso, esfuerzo, solidaridad, compañerismo y, en definitiva, una variedad de indicadores que nos pueden ayudar a conocer emocionalmente, un poco más, a nuestros estudiantes.

Las emociones que surgen en el aprendizaje motriz tienen una lógica implícita, debido a que ocurren por una razón, que es preparar a la persona con una respuesta automática, muy rápida, hacia las tareas fundamentales de la vida, por lo que no existen las emociones “malas”, de modo que todas son benéficas porque dirigen la atención y canalizan el comportamiento hacia donde se requiere, dadas las circunstancias de lo que se enfrenta.

 

A continuación, compartimos el trabajo que hemos venido desarrollando desde el Gimnasio de las Emociones, gracias al trabajo transversal con el área de educación física; que en cabeza del licenciado Carlos Charry, ha puesto en marcha una propuesta educativa que busca mejorar la conciencia emocional, así como la capacidad de regulación ante la actividad física de nuestros estudiantes; efectos que son transferibles a su vida diaria y personal.

 

Gracias a la interacción social que se da a través de las situaciones experimentales y lúdicas que plantea el docente Carlos Charry, los estudiantes puede desarrollar múltiples habilidades integradas en el concepto de Inteligencia Emocional.

 

Para el profesor Charry, la educación física del siglo XXI, debe estar encaminada al desarrollo el cuerpo en su globalidad, no solo como un conjunto de músculos y huesos, sino como un cuerpo que se mueve, siente, piensa, se comunica y se expresa. Estas actividades nos hacen conocer y comprender mejor a nuestros estudiantes, así como a nosotros mismos, mejorando las relaciones interpersonales de la comunidad educativa; al mismo tiempo que ayudaremos al crecimiento personal de los niños y jóvenes, mejorando su autoestima, confianza y personalidad.

 

 

"El entrenamiento no trata con un objeto, sino con el espíritu humano y con las emociones humanas". (Bruce Lee)